Entre la inflación, las elecciones, la devaluación y la recesión económica, desde febrero de 2023 los locales marplatenses experimentan una tendencia en baja.
En medio del contexto de recesión económica, los comercios minoristas de Mar del Plata sostienen desde hace 14 meses una progresiva caída en sus ventas, que ni en la temporada de verano ni en Semana Santa logró ser revertida por el movimiento turístico y las promociones vigentes.
Abril fue el decimocuarto mes consecutivo que cerró con una marcada baja (20,9%) en la cantidad de operaciones en los principales rubros de la ciudad.
Luego de casi un año y medio de recuperación en el sector tras el derrumbe comercial durante la pandemia, al menos desde marzo del 2023, de acuerdo a los datos que mes a mes releva el Departamento de Estudios Sociales y Económicos (DESE) de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP), la actividad comercial viene dejando un saldo negativo.
Días atrás, la entidad informó que la variación interanual de ventas del mes de abril arrojó una caída del 20,9% con respecto al mismo mes del año anterior. La cifra cerró el primer cuatrimestre del 2024 con saldo negativo. Pero llamó la atención la brusca diferencia con el escenario nacional, en el que la caída fue del 7,3%, es decir, tres veces más leve.
A nivel local, la caída más pronunciada del último tiempo, sin embargo, se produjo en enero y fue del 25,2%, tras la devaluación, una vez más en comparación con el mismo período del año pasado.
Sin embargo, la tendencia en baja también fue fuerte en febrero, con 21% menos de ventas que el año pasado, y continuó en marzo con un saldo negativo del 15,9%, siempre según los datos relevados por la UCIP.
El muestreo que realiza la entidad reúne a los rubros considerados no esenciales, entre los que se destacan artículos deportivos y recreación; bazar y regalos; bijouterie y accesorios; calzado y marroquinería; electrodomésticos, indumentaria y lencería; joyerías y relojerías; jugueterías; perfumerías y cosmético; textil blanco y ropa de cama; mueblerías, entre otros.
En los comercios de la ciudad, las ventas vienen picada desde el año pasado. En diciembre registraron una caída del 12%. Ni siquiera Navidad o Reyes ayudaron a repuntar. Para esas fechas, la venta fue 8,3 y 10,8% más baja, respectivamente, según datos relevados por la UCIP.
Previamente, la incertidumbre económica y el escenario electoral también afectaron el consumo. Así, en agosto se registró una baja interanual en las ventas del 8,8%, mientras que en septiembre fue similar, del 8,4%, y en octubre bajó al 3,9% gracias al impulso del fin de semana largo, mientras que en noviembre, mes en el que se desarrolló el balotaje, los negocios vendieron 8,7% menos que el año anterior.
La retracción en las ventas se intensificó durante los meses electorales, pero en realidad ya venía registrándose con anterioridad. Siempre según los datos relevados por la UCIP, en julio habían caído 6,5%, en junio 6,95%, en mayo 4,82% y en abril 0,71%.
Esta tendencia en baja comenzó puntualmente en marzo del 2023, luego de la temporada de verano, cuando las ventas cayeron 0,7%, mientras que febrero del año pasado fue el último mes con balance comercial positivo, con un repunte del 2,49%.